Siguen reprochando memorales, todo lo que yo hago esta mal. Son muchos pensamientos para una sola cosa. Estoy algo cansado de vivir,en realidad.
Yo no tenía ganas de reír, tú reías para no llorar
Yo le guiñaba un ojo a mi nariz, tú consolabas a tu soledad.
Yo sin ninguna escoba que vender, tú con mil y una noches que olvidar.
A mí no me quería un hombre, a ti se te moría una ciudad.
Tú habías perdido el último autobús, a mí me habían echado de otro bar.
Los mismos alfileres de vudú, el mismo cuento que termina mal.
Pero quiso el cielo bautizar el suelo con su gota a gota y con champú de arena para tu melena de muñeca rota y tu mirada azul me dijo a cara o cruz y mi alma de tahúr lo puso a doble o nada.
Y los peces de colores de mis botas y tus marchitos zapatitos de tacón locos por naufragar salieron a bailar al ritmo de la lluvia sobre las capotas el rocanrol de los idiotas.
Yo no venía de ningún país, tú ibas camino de cualquier lugar conmigo no contaba el porvenir, de ti no se acordaba el verbo "amar".
Yo no jugaba para no perder, tú hacias trampas para no ganar yo no rezaba para no creer, tú no besabas para no soñar.
Y sin equívocos de vodevil ni alertas rojas en el corazón el dios de la tormenta quiso abrir la caja de los truenos y tronó, porque quiso el cielo acariciar el suelo con su gota a gota y con champú de arena para tu melena de muñeca rota.
Qué disparate de partida de ajedrez con un partenaire adicta al jaque mate.
Y tu bolso como un nido de gaviotas y mi futuro con pan duro en el cajón locos por naufragar salieron a bailar al ritmo de la lluvia sobre las capotas el rocanrol de los idiotas.
Capeando el temporal salieron a bailar como dos locos bajo el chaparrón de notas del rocanrol de los idiotas.
Como tu y como yo.
Se marcó la calle con aquel detalle de dejarnos solos.
Y por casualidad comenzó a tocar la flauta de Bartolo. El rocanrol de los idiotas.
Algunos nos dejamos llevar por lo que sentimos, no pensamos en las consecuencias que nos puede traer actuar de cierta forma. Vivimos el día a día, tomamos cada oportunidad como única, sin saber si alguna vez esa suerte volverá a nosotros. Creemos que actuar de forma impulsiva esta bien, que no hay que negarse a sentir.
En cambio, también están esas personas que evalúan toda situación antes de decidirse, que piensan en lo que puede llegar a pasar si hacemos lo
que sentimos. Que siempre tienen ese miedo a equivocarse, entonces prefieren callar o guardar lo que tienen para dar.
Pero creo que lo mejor seria encontrar un punto medio.
No esta mal arriesgarse por lo que uno siente, pero también hay que medir las consecuencias. Y tampoco esta mal dejar de actuar por miedo, uno nunca sabe si después vamos a encontrar la respuesta que esperábamos.
La vida es para vivirla al máximo, hay que vivir el día a día por que es único. Pero a la vez pensar en nuestras decisiones por que no estamos solos, nos rodean seres humanos, que sienten y a veces lo que decidamos puede ser que les afecte, para bien o para mal. Hay que escuchar al corazón, pero a la vez razonar. Es algo difícil, pero creo que se puede lograr, y encontrar el punto medio seria lo mejor.
Dolores Chalde